Confianza, Coraje, Casiano
jueves, 20 de febrero 2020
SAN JUAN - Confianza es algo que a Eddie Casiano nunca le ha faltado. Confía en sí mismo, en su equipo de trabajo y en sus jugadores. Por eso el técnico de la Selección Nacional de Puerto Rico aprovecha cada oportunidad para proclamar su misión de insertar a Puerto Rico en los mejores 10 equipos del ranking mundial.

Para hacerse un planteamiento como ese también se necesita coraje. Un adjetivo que Casiano mantiene como dirigente al aceptar el reto de liderar un país que respira basquetbol, pero que brilló en todo su esplendor durante su etapa como jugador.

Nombrado como dirigente en propiedad de FBPUR en 2016, el historial de Casiano tiene un balance positivo. Ha sido montaña rusa que pica mayormente para arriba y en la cúspide se encuentran logros como la clasificación al Mundial 2019 y el avance a segunda ronda en el mismo. Allí también están las medallas de oro en el Centrobasket 2016 y Juegos Centroamericanos 2018, y la plata [bajo la dirección de Omar González] en los Panamericanos de Lima 2019.

A Casiano le sobra confianza porque la sudó como escolta en el Equipo Nacional donde siempre tuvo el coraje para tomar el tiro difícil sin importar las consecuencias. Era una época de superestrellas, cuando Puerto Rico vivía entre las potencias mundiales del deporte. Y allí quiere regresar.

“Los años que yo jugué siempre estuvimos en el nivel de los primeros 10”, dijo Casiano. “Es una meta bastante alcanzable, difícil, pero se puede llegar, mucho trabajo. Tenemos que tener jugadores con la disciplina y la pasión de representar al país que eso es lo que más que hemos buscado en los últimos año. Yo creo que si lo podemos hacer, ya para el 2023 debemos estar en los primeros 10”.

La confianza también llega con la experiencia y el aprendizaje de los errores. Sin embargo, se requiere una buena cantidad de coraje para aceptar los desaciertos, absorber las culpa y dar el próximo paso al frente. Para eso, la Copa Mundo 2019 fue un gran ejercicio.

“En ese torneo nosotros éramos bastante fácil de leer. No teníamos una artillería ofensiva”, admitió el coach de 47 años y que ostenta campeonatos en la liga de México y Puerto Rico. “All equipo de Italia nosotros le brincamos encima en esa primera mitad donde tiramos 65-68% [de campo]. En la segunda mitad hicieron sus ajustes, yo rogaba porque no me cazaran antes, sabía lo que venía, traté de aguantar la marejada y sacar el partido, pero era difícil. Nosotros no teníamos un jugador de impacto, como un José “Piculín” Ortiz que tú le dieras la bola y lo tengan que doblar. Nosotros teníamos jugadores que sabían sus roles de jugar ofensiva y en esos momentos uno trata de aguantar y buscar alternativas pero se nos escapó ese juego”.

Continúa Casiano “¿Qué aprendimos? La experiencia de cerrar juegos, aceptar los roles,no todos los jugadores van a jugar 30 minutos, hay quien va a jugar 20,15, 5 minutos y que todos puedan aportar para poder ganar el partido.Yo creo que un equipo entre 12 es más difícil de vencer que entre uno nada más que sea el que tire al canasto y juguemos alrededor de él”.

Ante la ausencia de una figura dominante en el lado ofensivo, las esperanzas de Puerto Rico recaen en el juego colectivo armonioso. Para llegar esa utopía, el mentor de los Boricuas se ha planteado una transculturación a la mentalidad desprendida donde reine el bien común.

“La disciplina, el compromiso, esa es la parte más difícil, el respeto a la camisa”, explica Casiano. “Poco a poco he ido limpiando la casa, trayendo jugadores que son jugadores más pro-equipo, no son jugadores individuales y tener el ‘approach’ de entender el juego FIBA. Aquí [en Puerto Rico] es dos pases, tres pases y vamos a jugar. Entonces cuando vamos jugar baloncesto de alto rendimiento, nos perdemos. Y esa transición de yo convencerlos a ellos de jugar de esa manera, ha sido lo más difícil que se ha dado, pero poco a poco han aceptado el reto y están entendiendo”

Es evidente que el mensaje está llegando. Los jugadores comienzan a mostrar el coraje y la confianza que han visto en Casiano. Por ejemplo, Gary Browne y Gian Clavell tomaron vuelos de 18 horas para estar en San Juan. Isaiah Piñeiro y Ángel Rodríguez pausaron en la G-League de la NBA. Isaac Sosa llegó desde Uruguay y Renaldo Balkman se incorporó cuando muchos pensaban que sus días jugando por Puerto Rico habían terminado.

“Cada vez que nos ponemos la camisa del equipo y representamos al país es serio”, expresó Casiano previo al comienzo del torneo. “Y más cuando vamos a jugar contra Estados Unidos. Nosotros estamos preparados, estamos trayendo al mejor grupo disponible al momento. El sacrificio que han hecho jugadores como Gary Browne y Gian Clavell, que vienen de Turquía para representar al país, esas son cosas que te enorgullecen. Aquí todo el mundo tiene que hacer el sacrificio de dar lo mejor de sí”.

Dicen que un hombre un sabio aprende mucho de sus enemigos.

“Tenemos un equipo que unido podemos llegar a donde queremos”, cerró Casiano.

Emmanuel Márquez
FBPUR